Coge tus cosas y vete, no quiero volver a ver tu cara de imbécil, y la misma cara que se me queda a mi cuando te veo, no voy a presenciar de nuevo esa sonrisa picarona que me pones cuando acabamos de hacerlo, no quiero volver a tocar tu espalda, ni dibujar corazones en ella,
nunca más, se acabo lo que se daba, ¿Ves ese corcho de ahí? pues todas nuestras fotos juntos, se van a la mierda. Hoy definitivamente te vas de mi corazón y la llave de éste me la quedo yo.
L: Beberé hasta saciar mi sed.
¡Viva la fuerza de convicción femenina!
ResponderEliminarDeberíamos tomar las riendas más a menudo, y a mi personalmente me ha encantado tu forma de hacerlo :)
Creo que no deberíamos dar la llave de nuestro corazón a nadie... al fin y al cabo, siempre la acaban perdiendo.
ResponderEliminar¡Genial!
Me encanta, te sigo, si quieres pasate por mi blog:)
ResponderEliminar