Se acabó, se acabó lo que se daba, una amistad es como la llama de una vela, se consume poco a poco hasta que el fino hilo apunto de apagarse intenta sobrevivir a esos últimos segundos de tensión. Nada vuelve a ser lo mismo y aunque intentes encenderla de nuevo se apaga en cuestión de segundos, y vuelve a ocurrir esa tensión inaguantable que lo único que hace es producir una sensación de malestar, llantos y bajones.
Tienes toda la razón en tu texto, casualmente me está pasando eso a mi...
ResponderEliminarTe sigo :)
xx
Ree lindo tu blog, me encantó, te sigo :D
ResponderEliminarHermoso el texto, &por sobre todas las cosas, cierto :)
http://wheenitrainss.blogspot.com/ ♥
Fuera los bajones... ahí está la vida para darle pellizcos y comérnosla con papas...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Buen domingo.
de cuando en vez aparecen velas infinitas
ResponderEliminarDe vez en cuando es posible volver a encender esas velas!! :)
ResponderEliminarY es frustrante intentar con todas tus fuerzas encenderlas pero.. que te sea imposible.
ResponderEliminarAsi que.. Gran verdad esta entrada :)